SOEN+MOLYBARON+TERRA Sala La Paqui (Madrid)

La fascinación del metal progresivo y melódico

No puedo presumir de seguir a Soen desde sus inicios y debo confesar que los conocí con su quinto trabajo «Imperial», en el que encontré un planteamiento musical que me enganchó como pocos grupos en los últimos tiempos. Lo primero que hice como suele ser habitual en mi proceder, fue buscar información sobre ellos y empaparme de sus cuatro trabajos anteriores. Posteriormente fui a verlos por primera vez a la sala Shoko, en el que fue un concierto un tanto agridulce, pues el juego de luces no funcionó y toda su actuación fue con una luz blanca fija, algo que le restó fuerza a la puesta en escena. En esta ocasión volvían para presentar “Memorial” su última y fascinante aventura musical. Venían acompañados de los italianos Terra y de los franco irlandeses Molybaron.

Desde Roma nos llegaban Terra, un cuarteto que pisaba por primera vez nuestra tierra y que se caracterizan por fusionar el metal con los ritmos tribales, en los que la percusión tiene una gran presencia, llegando a utilizarla los cuatro componentes al unísono en algunos momentos.

Su vocalista y batería Daniele “Zed” Berretta y el guitarra rítmico Lorenzo “JB” Saponetta se conocen desde la adolescencia, mientras que el guitarra solista Paolo Luciani y el bajista y percusionista Stefano Alfonsi, se unieron a ellos alrededor de 2006 para formar 7 Times Suicide.

Muy pegados a la parte delantera del escenario, pues cada banda llevaba su propio kit de batería, comenzaron con una intro tribal, para dar cuenta de su álbum homónimo, con temas como “Create Mutate Erase”, “Father”, “This Scent o “Rise”. Completaron su actuación con “Teardrop”, una versión de Massive Attack y culminando con “Close Enough”, su primera canción allá por 2018.

A continuación la banda radicada en París, Molybaron, que el año que viene cumplirán su primer decenio de existencia, venían con su flamante nuevo trabajo «Something Ominous”, un tercer disco que parece el de su consolidación. El grupo fue formado por el vocalista y guitarrista nacido en Dublín Gary Kelly y el guitarrista Steven André, debutando discográficamente en 2017 con su álbum homónimo.

Abrieron con el inquietante y potente tema homónimo del disco, y siguieron sin salir de él con un adictivo “Set Alight”, que repiten de forma machacona y marcial y que resulta muy pegadizo. Ritmos intrincados, una atronadora batería y unos estribillos que incitaban a seguirles eran sus señas de identidad

“Twenty Four Hours” que nos evoca en sus inicios a los daneses Volbeat, sirvió para que una gran parte de la sala saltara, cantara y se involucrara con su música. “Breakdown”, “Lucifer” o “Vampires” imprimieron una gran intensidad en su show, demostrando su gran capacidad técnica y su frenética propuesta. Eligieron para concluir un potente “Incognito”, de su citado debut discográfico, siendo despedidos entre grandes aplausos.

La salida de Soen fue recibida con una gran ovación, por parte de un público que abarrotaba la sala, ávido de su propuesta musical. La banda sueca que formó el ex batería de Opeth Martín López, quien también pasó por Amon Amarth, y que celebrarán su veinte aniversario en 2024, han conseguido por derecho propio un hueco en la difícil escena del metal actual, con una trayectoria ascendente y enganchando a más fieles con cada disco y cada gira.

Su actuación se basó en sus tres últimos discos, con dos guiños a su debut y pasando de largo de los álbumes «Tellurian» y «Lykaia». Abrieron con “Sincere”, que es con el que también comienzan «Memorial», y donde fusionan sus ritmos mas contundentes con sus momentos más melancólicos, un signo que caracteriza su estilo y que nos encanta.

“Martyr” nos traía su metal progresivo más contundente, para viajar después al pasado y encontrarnos con su ópera prima «Cognitive», donde una maravillosa “Savia”, sacaba lo mejor de su vocalista Joel Ekelöf (ex Willowtree), muy bien acompañado por el guitarra Cody Lee Ford, el bajista Oleksii Kobel, el teclista Lars Enok Åhlund y por supuesto el batería Martín López como el gran cerebro del proyecto.

La extraordinaria “Memories”, que da título a su última obra, es una especie de catálogo de todos los registros que es capaz de mostrar un elegante y privilegiado cantante como Joel, que te embriaga y te seduce, llevándote por viajes sonoros que son una auténtica delicia.

Tras otro corte de «Lotus» como “Lascivious”, llegaba otra auténtica pieza maestra como “Unbreakable”, una de las mejores composiciones de su nuevo disco, en el que sobresalió el excelente solo de Cody Lee y un público muy entregado, que llevó en volandas a la formación escandinava.

Momento después para las dos piezas que me cautivaron de un extraordinario trabajo como ‘Imperial’, la inmensa “Deceiver”, una maravillosa pieza que alterna tan bien la energía de un riff muy pesado con las melodías de la voz, siendo una de mis preferidas. La otra es “Monarch”, una descomunal canción que cuenta con una poderosa entrada de batería de Martín, cambiando en este momento Joel su chaqueta por una chupa de cuero, y suavizando con su voz los siguientes pasajes, creando un mágico estribillo que hizo que el público se viniera arriba. Entre ambas, rescataban la primigenia “Ideate”, la segunda y última canción de «Cognitive».

Encaramándose hacia el final de la actuación, llegaban la intensa “Fortress”, la estremecedora “Illusion”, una descomunal balada con una intro de piano, que pone el vello de punta y que debería figurar en cualquier recopilatorio que se hiciera sobre este género, la cadenciosa y emotiva “Modesty” y otra preciosidad sonora también en forma de balada como “Lotus”, que da nombre a su cuarta creación. Tremendo cierre antes de los esperados bises.

Tras un pequeño descanso, el regreso fue con la contundencia de “Antagonist” y la impecable pegada de Martín López. Tras preguntar Joel al público porqué canción preferían entre “Jinn” y “Lunacy”, una mayoría se decantó por esta última y el colofón final llegó con “Violence”.

Paso a paso Soen están encaminados a conseguir logros más grandes y es posible que para próximas visitas, esas atmósferas envolventes y esos clímax melódicos, tengan resonancia en escenarios de mayor tamaño.

Crónica y Fotos: José Luis Martín.

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