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SHALOM + SATÁN – Revi Live (Madrid)

La ilusión de un regreso

Los gaditanos Shalom, que se crearon en 1987 en la localidad de Algeciras, decidieron el año pasado volver a la palestra, creando una gran ilusión entre los seguidores del hard rock melódico nacional, que tuvo una muy buena representación en la segunda mitad de los ochenta, con bandas como Sangre Azul, Tokio, Hiroshima o Niagara. Su vuelta a la capital después de un paréntesis de treinta y dos años, con aquel concierto en la sala Sukursal, era muy esperada y así lo pudimos constatar, al conseguir agotar las entradas en la madrileña Sala Revi Live.

Para calentar el ambiente, nos esperaba una banda que realiza un interesante tributo a los añorados Santán, y sobre todo a la que fue su vocalista en los dos primeros discos Azucena Martín-Dorado, con una muy buena puesta en escena. El nombre de Satán, que es el príncipe de los demonios en la tradición judeocristiana, lo obtuvieron con el anagrama del grupo al que homenajean, situando la letra ene al final del mismo.

Durante unos cincuenta minutos, nos ofrecieron un concierto que abarcaba los tres discos de la banda que fundó Jerónimo Ramiro en 1983 y que en sus inicios funcionaron como Viuda Negra, llegando a sacar una maqueta con este nombre, que en 2014 se reeditó en formato vinilo.

Su repertorio se basó principalmente en el primer disco de Santán, «Reencarnación», del que sonaron canciones como la inicial “Desertor”, “Cuestión de Honor”, o la maravillosa “Héroes de papel”. La vocalista Eva García, que forma parte de la banda La Dulce Harleey, destacó por su actitud, energía y poderío vocal que nos gustó mucho a todos los asistentes.

“Arma Mortal” y “Huérfanos de la Tormenta”, que fue dedicada a la añorada Azucena, fueron las canciones que revisitaron del disco «No Hay Piedad Para los Condenados», primer trabajo en el que introdujeron los teclados y en los que buscaban un sonido más accesible y melódico.

En la enérgica “Reencarnación”, contaron con Eva y Leonor Marchesi a las voces, que se incorporó con la anterior “Corazón Loco”, única canción del disco «Templario» en el que ella se hizo cargo de las tareas vocales. La vocalista argentina que reside desde hace muchos años en Madrid, fue recibida con una gran ovación, demostrándola el cariño que se la tiene. “Fuera en la Calle”, en la que fueron presentados todos los músicos y “Al Lado del Diablo”, ambos de la ópera prima de Santa, pusieron final a una vibrante actuación. Les perdonamos que se dejaran “No Sabes Como Sufrí” y “No Hay Piedad Para Los Condenados”, pero que quede como sugerencia para futuros bolos.

No nos hicieron esperar demasiado los deseados y esperados Shalom, en una sala que presentó el cartel de entradas agotadas y que contó con una parte del público, que habían viajado desde tierras algecireñas para animar a sus paisanos.

Con una intro muy a lo Vangelis, y con la canción “Shalom”, que daba nombre al grupo y a su único y cotizado disco en vinilo, fechado en 1989, que ha sido reeditado ahora en formato CD, arrancaban una actuación que nos iba a traer muy buenos recuerdos y que nos transportaba a tiempos pretéritos.

Para los que nunca hayan ido a la sala Revi Live, podemos decirles que tanto la amplitud del escenario, como las luces y el sonido son impecables, y para una banda que tiene muchas líneas melódicas y seis componentes, el marco era el ideal.

Tras “Noches” y “No Me Olvidarás”, pudimos comprobar que la banda funcionaba a la perfección, muy bien empastada y sonando impecablemente, con un Sebas que conservaba su ca De la formación que grabó el disco, únicamente permanecen en la actualidad, el vocalista Sebastián «Sebás» M. Guerrero y el bajista Rubén J. Tamayo, que militaron en sus inicios en RIP, el primer grupo de hard rock de su ciudad. Completaban el combo el guitarra solista Koto Bermúdez, el guitarra rítmica Carlos Armesto, ambos ceutíes, el teclista canario Javier Santana y el batería Chico Palenzuela (ex Sheilan).

Cacterístico tono de voz y unos músicos que tiraban de galones, pero mostrando la ilusión de unos recién llegados, devolviendo con su actitud y entrega, el fervor del público que coreaba sus canciones.

Sebas nos recordaba que no venían a Madrid, desde aquel lejano concierto en la desaparecida sala Sukursal, el 1 de marzo de 1991. Una larga espera de treinta y dos años, que había merecido la pena.

Mientras en la sala se oían los gritos de “Los Shalom, Los Shalom son de Algeciras”, por parte de sus paisanos, seguían cayendo temas de su disco homónimo como “Scherezade” o “Qué es mejor”. 

Tras la inédita “El Lunes Aquel”, cuya lírica recuerda a un amigo sevillano que falleció y “Solo en la Niebla”, llegaba “Amargo Sabe”, que no se grabó en el disco, pero que si sale en la reedición en CD. Donde no hay un “caballa” (así se les llama a los ceutíes), es en Marte, nos decía Sebas.

El primer invitado de la noche fue el vocalista David Valera (ex Bella Bestia, ex Crienium) luciendo camiseta de los ceutíes Tharna, que actualmente presenta su nuevo proyecto discográfico como Davil Fantasies y que debería haber abierto el concierto esta noche, pero que por diversas circunstancias no fue posible. Eligió la canción “Gente si Fe”, defendiéndola muy bien y mostrándose muy integrado con el resto de músicos.

Tiempo después para la maravillosa y vitalista “Buscando Rollo”, una canción llena de buenas vibraciones que en directo funciona a las mil maravillas, dando paso después a todo un himno como “Cógeme”, cuyo video salía en la televisión en una época en la que la morralla musical no campaba a sus anchas como en la actualidad. Contó con la presencia de Fran Vázquez, que tras su paso por Nova Era y Bella Bestia, lleva las riendas vocales en estos momentos de Cherokee y el tributo a Sangre Azul llamado Alejandría.

Para los bises nos ofrecieron “Todo Mi Amor”, otra de las canciones que se dejaron en aquella maqueta de 1990 y que hoy vuelve a tener vigencia. Creo que solo quedó fuera del repertorio su tema más potente como “Si Quieres Rock”, que es el que cierra el disco. A ver si en el Leyendas tenemos suerte y lo completan.

Las caras de felicidad de todos los asistentes al concierto fueron evidentes, y a esto hay que sumar la predisposición, amabilidad y paciencia para la firma por parte de Sebas y Rubén de todos los vinilos y CD que les pusieron por delante, además de las fotos de recuerdo con los fanes. Si todos los regresos ochenteros son así, ¿Dónde hay que firmar?

Crónica y Fotos por: José Luis Martín

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