InicioCrónicas de conciertosELECTRIC FENCE + Y’BLOOD Sala Gruta 77 (Madrid)

ELECTRIC FENCE + Y’BLOOD Sala Gruta 77 (Madrid)

Bisturí hasta las tripas del hard rock

Un buen programa doble teníamos en la sala Gruta 77 en la noche del sábado, con la puesta de largo de «Iron Surgery», el flamante nuevo álbum de Electric Fence, junto a Y’Blood, un grupo del barrio con un trayectoria incipiente, pero con viejas caras conocidas en sus filas. Si a esto sumamos que al lado del recinto se encuentran las instalaciones de una fábrica de cerveza artesana vinculada a Carabanchel, el plan era irresistible.

Abrían el concierto el power trío Y’Blood, formado por músicos carabancheleros con acreditada experiencia tras su paso por algunas formaciones que han sonado dentro del rock y del metal. De hecho el guitarrista José Alberto Poveda (ex Elektra) y el bajista y cantante Miguel García Monge, forman parte de la banda de Groove Metal Grapeshot, mientras que en el caso del batería Enric Escafí (ex Roña), nacido en Mallorca, su experiencia musical viene acompañada de su labor como ingeniero de sonido.

Desde su inicio con canciones como “Electric Madness”, “Your Blood” o “Stone Train”, comprobamos la intensidad y el sonido pesado de su propuesta, demostrando ser toda una maquinaria demoledora sin fisuras por ninguna parte.

Aunque el público no estuviera muy familiarizado con su música, canciones como “The Eternal Flight of the Shoehill”, “Angel’s Song” o “Drink Your Demons”, lograron despertar el interés del respetable y mantener su atención para ver como se desenvolvían, con una propuesta donde tenían cabida el stoner y el metal desde distintas vertientes sonoras. En “Green Machine”, la tremenda versión que hicieron de los estadounidenses Kyuss, se subió a cantar con ellos Gorjo, el vocalista de Electric Fence que llevaba una camiseta de leñador roja.

“Cloud Blast” y “Devil’s Command” pusieron el punto y final a su potente actuación, dando gracias a todos por el apoyo mostrado, antes de acometer sus próximo directos. Esperemos que su música tenga un largo recorrido, aunque hay que apuntar que ese apóstrofe en el nombre es todo un desafío a la hora de buscar información sobre ellos en las redes y la i griega inicial no ayuda mucho tampoco.

Se han hecho esperar o el parto ha sido largo, como se suele decirse cuando algo tarda en producirse un largo periodo de tiempo. Y es que entre «Motorkiller», el anterior disco del combo madrileño Electric Fence y este cuarto ‘Iron Surgery’, han pasado nada más y nada menos que ocho años. Sinceramente creo que el resultado obtenido ha merecido la pena y las nuevas composiciones han elevado el nivel de la banda, afianzando un sonido propio y con identidad, como pudimos apreciar tras el show.

El combo que fundó el bajista Edu Morales “Dudu” hace casi veinticinco años (2000), y que se ha mantenido en la escena underground madrileña, aunque sin prodigarse mucho a nivel discográfico, ha compartido escena con bandas internacionales y se ha granjeado una muy buena reputación entre los asiduos a salas de pequeño aforo como esta Gruta 77, Barracudas o la recientemente desaparecida TrashCan, donde les vimos la última vez.

Arrancaban su actuación con “Acid Mississippi”, entrando de lleno en su nuevo «Iron Surgery», del que iban a ir desgranado pieza a pieza hasta su totalidad, para seguir con “Start Again”, de su segunda placa «Science Friction», empleándose a fondo para ofrecernos una buena dosis de hard rock clásico.

La formación encabezada por su vocalista Jorge Coello “Gorjo”, que celebraba el décimo aniversario de su ingreso en la valla eléctrica, la completaban el guitarrista Sergio Gabaldón “Serch”, el bajista Edu Morales “Dudu” y el batería Luis Maldonado “Tonono”, en el que iba a ser su concierto de despedida por asuntos laborales, hecho que le hará cambiar de país, tras más de doce años de permanencia en la banda madrileña.

Cuando llegó “The Island”, una canción que tiene un rollo soul y funk y que va creciendo en intensidad según avanza, Gorjo que compuso la letra, se la dedicó a su pareja Lore, situada en las primeras filas. Por cierto, la camiseta que llevaba el frontman, que estuvo soberbio y que desgarró y moduló la voz según lo requería el momento, dejando constancia de su clase, era una famosa frase dentro de la canción de los Chunguitos «Dame veneno»: “Give Me Poison I Want to Die” (dame veneno que quiero morir).

Con otro de los nuevos temas como “Devil’s Game” volvían a las raíces hardrockeras y a pactar con el diablo, pasando después por “Stole the Fire”, toda una declaración de intenciones con el directo “Sex, Beers, Rock & Roll”, recurrir al vibrante “Motorkiller”, que daba título a su anterior álbum y llevaban tiempo sin tocar, para desembocar en una de mis favoritas de «Iron Surgery» como es “Kill Your Masters”, que tiene un estribillo muy adictivo y unos cambios de ritmo brutales. Este disco engancha con cada nueva escucha y eso habla muy bien del trabajo que han hecho estos chavales. Y es justo reconocer la gran labor para este resultado final que ha realizado Sergio “Serch”, encargándose de la producción, grabación, mezcla y masterización del disco.

En “Black Soul” con un inicio muy sureño, se adentraban en pasajes más intrincados y oscuros, para seguir con largos desarrollos progresivos en “Middle of Nowhere” y obsequiarnos después con una versión del clásico de Steve Wonder “Master Blaster», muy bien llevada a su terreno, antes de llegar al maravilloso y coreado “Black Widow”, un temazo muy resultón en directo y que pone las pilas al personal.

En “Iron Surgery”, que da título a esta brillante obra, Electric Fence exploraban nuevos caminos sonoros durante casi nueve minutos, con una buena dosis de groove, un toque de psicodelia y unos potentes riffs que llegaban hasta las entrañas, prescindiendo “Gorjo” del micrófono en las estrofas finales. En el disco metió unas percusiones Javier Planelles, el baterista de King Sapo, al que vimos en la sala.

Para redondear esta vibrante y visceral actuación, retrocedieron a los tiempos pretéritos de sus inicios con “Fever”, subiéndose dos ex compontes al escenario, y “Get Some Rock’n’Roll”, de su opera prima «Shock’n’Roll», intercalando entre ambos el famoso y adictivo “Dirty Deeds Done Dirt Cheap”, de los australianos universales AC/CD, que nos visitaran este verano, mientras “Gorjo” se calzaba un chupito de Jack Danniels para aclarar la voz, logrando elevar la temperatura del Gruta y desatando la locura de un entregado público.

Después del concierto, nos acercamos al puesto de merchandising para felicitar a los músicos y adquirir la espectacular edición en vinilo gatefold de «Iron Surgery», con esa inquietante portada lovecraftiana, diseñada por Juan Astasio, antiguo miembro de Electric Fence y ahora afincado en Nueva York.

Crónica por: José Luis Martín
Fotos por: Charly Rock And Roll

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