La intro comenzaba a sonar, y con ella se encendía la chispa de lo que sería esa noche «Bathory» fue la encargada de abrir el concierto, seguida de «Polvo de Estrellas». Desde el primer acorde se notaba: había ganas de volver a ver a Debler Eternia en directo, y eso se respiraba.
Rubén se dirigió al público para anunciar lo que ya muchos esperaban: esa noche sonarían todos los temas del nuevo disco, «Lacrimosa», incluyendo ese corte de once minutos. Además, el cartel de invitados que subirían al escenario durante las dos horas de show prometía momentos únicos. Entre ellos, destacaba el regreso temporal de Dani Fuentes, violinista original de Débler y actual miembro de Lèpoka.
Los primeros en sumarse a la fiesta fueron Jezabel Martínez (violín) y José Luis Frías (flauta), ambos de Kinnia, que aportaron su talento en «Catrina». Si ya en el disco era una de las joyas del álbum, en directo terminó de conquistar por completo. Le siguió «Levántate», con la colaboración de Mario, bajista también de Kinnia.
Uno de los momentos más especiales llegó con «Cada Latido». Kelsen presentó a Juwdix como “la jefa”, en alusión tanto a su aportación vocal en el tema como al hecho de haber sido la artista responsable de la portada del álbum. Su intervención en directo fue tan potente como sentida. Juwdix, además de poner voz a varios pasajes del disco, ha demostrado tener una presencia escénica magnética. En «Lacrimosa», el tema que da nombre al disco, volvió a tomar el micrófono y sumergió a la sala en una atmósfera única.
Después fue el turno de Isra Ramos. Aunque ha colaborado en múltiples grabaciones de Débler, esta fue la primera vez que compartía escenario con ellos. Juntos interpretaron «Sentencia Final», firmando uno de los duetos más esperados y celebrados de la noche. Isra, con su característico dominio vocal, demostró una vez más por qué deja huella en cada colaboración.
En «Vuelve», Rubén invitó a Dani Fuentes a adelantar su posición en el escenario para arrancar juntos el tema, un gesto que reafirmó ese ambiente de reencuentro y complicidad que marcó todo el concierto.
Llegando al ecuador del show, Rubén presentó al siguiente invitado con palabras de admiración: “ha creado escuela, y fue mi profesor de canto”. Así, Leo Jiménez subió al escenario para interpretar con la banda Recto «Hasta El Amanecer», desatando una ovación inmediata. Leo, referente absoluto del metal nacional, ha sido inspiración directa para una generación de músicos. La fuerza vocal de Leo y su carisma escénico transformaron la canción en una de esas colaboraciones memorables, prueba de ello la cantidad de móviles que se alzaron sobre las cabezas de sus dueños.
El guitarrista Javi tomó el micrófono para presentar a los miembros de la banda y compartir anécdotas del pasado, recordando cómo él y Rubén eran expulsados del colegio por tocar canciones de Leo… “aunque en realidad”, puntualizó Rubén entre risas, “era por tocar la batería en la mesa”. Un momento divertido y entrañable.
No faltó «El Infierno Soy Yo», que la banda predice como una de las favoritas del nuevo álbum. La fuerza escénica de la banda en este tema confirmó que Débler Eternia se encuentra en un estado de forma formidable.
Tras una breve pausa, llegaron los bises. «Adictium», uno de sus temas más representativos, encendió de nuevo la energía del público, y «Afrodissia» sirvió como cierre perfecto. Algunos de los artistas invitados regresaron al escenario para compartir el último gran momento de la noche, redondeando así dos horas de música, entrega y celebración.
Ahora bien, no todo fue fácil. A pesar de la fiesta que se vivió dentro de la sala, sabemos que Debler Eternia es uno de los grupos que se ha visto afectado por la entrada de Wegow en preconcurso de acreedores, dejando a grupos con la incertidumbre de si podrán recuperar el dinero de las entradas que vendieron a través de dicha empresa. Afortunadamente, como explicó el vocalista, su compromiso con los fans, era mucho más fuerte y decidieron tocar gratis y no suspender el concierto.
Crónica y fotos por:
Crónica y fotos por: Marta G Paniego
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