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PUNK IN DRUBLIC FEST MADRID

(NOFX + Bad Religion + Lagwagon + Mad Caddies + Less than Jake + Wild Animals)
(Wizink Center, 14 de mayo de 2019)

Viendo actuar a los Wild Animals en el Wizink Center es fácil imaginarlos echando horas y horas de ensayo en su local para preparar un evento de esta magnitud y presentar su disco “The Hoax”. No en vano muchos se acercaron para disfrutar desde el primer momento del tan esperado festival itinerante Punk in Drublic y la batería Paula Sánchez-Lafuente agradecía la puntual asistencia de los que nos congregábamos allí por puro gusto. Seguro que para una banda con la juventud del trío Wild Animals era impresionante telonear en el Wizink Center a los pesos pesados del punk hardcore norteamericano y así lo expresaba la batera. Esto no quiere decir que los Wild Animals no estén a la altura, pues ofrecieron un concierto de canciones compactas y totalmente engrasadas como “Avocado”. Su música es cañera, pero tranquilizadora. Pues sí, escuchándolos te invade una agradable sensación de bienestar. Wild Animals me recordaron un poco a los Australian blonde del “Chup chup”, pero más cercanos al hardcore americano que al indie de los asturianos, género este último que también practican. Wild Animals es un prometedor trío de canciones energéticas repletas de melodía.

La gran sorpresa de la noche la dieron Less than Jake, que se movieron en la oscuridad con la banda sonora de “Regreso al futuro” para presentarse ya bañados en luces de focos con “Plastic Cup Politics” y sin poder parar ni un instante. Banda procedente de Florida desde 1992, desde el principio interactuaron de tú a tú con todo el público ejecutando “Short Fuse Burning” con muchísimas ganas de pasárselo y hacerlo pasar de puta madre. De hecho, se les veía encantados de tocar en Madrid para una audiencia totalmente entregada a la que ametrallaron con “Johnny Quest Thinks We’re Sellouts”, “Gainesville Rock City” (en referencia a su localidad de origen), “Look What Happened” y “The Science of Selling Yourself Short”. El bajista Roger Lima hacía headbanging en círculo con sus largas rastas mientras el gamberrete cantante Chris DeMakes se agachaba hasta un miembro de seguridad situado frente a las primeras filas para soplarle en la oreja. El concierto de Less than Jake alcanzó su momento cumbre de paroxismo cuando tocaron “All My Best Friends Are Metalheads” con legiones de seguidores cantando la letra de la canción a pleno pulmón, y para cuando sonó la última “Last One Out of Liberty City”un gamberro sucedáneo de Bart Simpson disparó papel higiénico a las primeras filas desde el escenario. Una pena que tuvieran que cumplir su horario límite porque dejaron con ganas de más. Grandísimo sabor de boca nos dejaron esta divertida banda. Esperamos volver a verlos en Madrid muy pronto.

Con los siguientes, Mad Caddies, debo reconocer que me dio un poco de bajona, no en vano Less than Jake habían dejado el listón muy alto. El cantante y guitarrista Chuck Robertson se esforzaba por entretener como frontman con el apoyo más visible de la sección de viento de Eduardo Hernández y Mark Bush con canciones como “The Dirge”, “Coyote”, “Backyard”, “Brand New Scar” o “Leavin” pero la banda sólo conseguía arrancar momentos de goce común puntuales en canciones como “She” (la versión de Green Day mucho más coreada que las anteriores), la muy celebrada “Monkeys”, que hizo saltar de euforia a muchos o “Shoot Out the Lights” con sección de teclado y percusión añadidas. Los Caddies se despidieron con “Road Rash” y la versión reggaezada de Propagandhi “…And We Thought That Nation‐States Were a Bad Idea”.

Y después de tanto reggae californiano con instrumentos de viento, supuso una ruptura la aparición de Lagwagon con su punk guitarrero rápido y básico. De hecho al principio del concierto las guitarras de Lagwagon sonaron fortísimas y el sonido llegaba peor a la audiencia. No obstante los más animados se despreocuparon del sonido y el público se arrancó de cuajo en un estallido de pogos. Destacamos la ultrasónica “Stokin’ the Neighbors” con el público coreando “Drive, drive, drive, drive, drive, drive” muy rápido. También fue de los momentos más destacados “Cog in the machine”. El cantante Joey Cape se movía con la mano izquierda al pecho en pose solemne, pero sin parar ni un momento, el gigante guitarrista Chris Flippin hizo notar que algún gracioso había tirado hielo al escenario y el bajista Joe Raposo tuvo un momento de crisis entre tanto salto hardcoriano que le obligó a soltar bilis en el borde del escenario. El único momento tranquilo de Lagwagon fue cuando el cantante Joey Crape se colgó la guitarra Gibson Les Paul de Flippin y se puso a tocar “The kids are all wrong”. Lagwagon gustaron, pero el plato fuerte aún estaba por llegar.

Por la gran cantidad de camisetas de Bad Religion que se veían en todo el recinto y por la expectación que rozaba el ansia de los asistentes momentos antes de que los angelinos saltaran a escena se notaba que la mayoría de asistentes habíamos encontrado en Bad Religion el mayor aliciente para acudir al festival. Mi única novedad desde el último concierto de BR que había visto, era comprobar el potencial en directo de Bad Religion con otro batero entre sus filas, Jamie Miller. Este batería es impulsivo e introduce su propio estilo que queda un poco atropellado en canciones como “Anesthesia”. Por lo demás, más de lo mismo de siempre que los seguidores de la banda esperamos. Greg Graffin se mantiene en plena forma y sus posturas hieráticas con las palmas de las manos hacia arriba y su gesto teatral contrastan con la inexpresividad de Mike Dimkich que masca chicle tranquilamente mientras ejecuta los acordes de estas canciones inmortales. El extrovertido bajista Jay Bentley con sombrero de inmigrante italiano en Nueva York se mueve como un niño divertido en el centro del escenario mientras el guitarrista peinado hacia atrás Brian Baker, defiende el flanco derecho del escenario con acordes de guitarra y coros. Bad Religion alternan los clasicazos que tanto nos gustan y que hacen sonar gritos de júbilo cuando son reconocidos como “I want to conquer the world” o “Suffer” con temas menos antiguos y bien recibidos como “Dark ages” o “Los Angeles is burning”, para variar un poco con algún que otro tema del nuevo disco, que pasa más desapercibido como “Do the paranoid style”. Hay que hacer mención especial a las imprescindibles “American Jesus” y “21st century (digital boy)”, pero si me tuviera que quedar con un momento cumbrísimo sería con la antigua “Fuck Armaggedon… This is hell”, en el que el público tarareaba la lenta y melancólica melodía inicial. Eso sí que es comunión entre público y músicos.

NOFX hicieron sonar enlatado el pegadizo tema “Time warp” de la película “The Rocky horror picture show” justo antes de salir a escena. ¿Tocar la tranquila “60%” para empezar un concierto de punk rock? Ahá. Se podría esperar que los traviesos NOFX dieran un poco de guerra entre canción y canción, pero la verdad es que tanto palique sobre el escenario va en detrimento del que espera ver un concierto compacto, y más si se trata de un festival en el que los grupos no pueden añadir bises no previstos inicialmente. Eso sí, es un goce presenciar esos arranques de batería y esa tralla con la que compensan musicalmente y no es de extrañar que temazos como “Murder the government” o “Les Champs-Élysées” hagan corear al público con ganas. La guitarra de El Hefe tocando “Seeing Double at the Triple Rock” tampoco desagradó precisamente. No faltaron temas rápidos típicos de NOFX como “Leave it alone” ni más pausadamente reggaes como “Eat the meek”. Después de la versión reggae de “Radio” de Rancid hasta hacerla poco reconocible de la original salvo por la letra del estribillo, hicieron mención a lo grandes que eran las banderas con los logos de los grupos anteriores (La bandera de NOFX era ridícula y deliberadamente pequeña), pero desplegaron otra bandera gigantesca con el nombre de NOFX ridículamente pequeño, demostrando así que NOFX se afanan en exhibir una vuelta de tuerca al cachondeo. Si querías unas cuantas horas de punk hardcore californiano con el Punk in drublic fest no te iba a faltar.

Crónica por: Miguel A.R
Fotos por: Willy Copa.

 

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